amanecer

Fotografía: Juan Carlos Mendizabal

La mañana llegó a paso lento, henchida de esperanza y dándome aliento. Creía aún en las palabras de la adivina. Fué pasando el día y ya no era adivina, sino hechicera.

Salí del encierro de casa, buscando un escape a mi propia trampa.
Encontré personas conocidas y departimos momentos agradables entre risas y sornas.

Pero llegó el momento del retorno a casa. Y desde mi ventana contemplé el ocaso, que en mi desventura, me dibujó en el cenit, mi triste DESPEDIDA.